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Al llegar a la Menopausia, ya sin el desconcierto y el temor generados por la presión cultural, a las mujeres se les brinda la oportunidad de abrirse a la verdad que mora en su interior, a fin de experimentarse a sí mismas de una manera renovada y total, que contribuya a crear un mundo armonioso a su alrededor..​

Les hablo como Mujer Búfalo del Norte, hermana mayor. Soy Mujer tierra, enraizada profundamente en este suelo, soy Mujer Espíritu, portadora del Gran Misterio. Hoy vengo a hablarles de la Casa de la Abuela a aquellas que ya estén ahí y a todas las que conocen su función. Mujeres, despierten y vean pues se aproximan a esta casa. Hombres, despierten y escuchen, pues estás son sus mayores guardianas de la Ley Universal.
Se le llama la Casa de la Abuela a la etapa de las mujeres de cabello blanco (Señal de sabiduría) que ya han sobrepasado el tiempo de dar el poder de su sangre y ahora la retienen como energía para sostener la Ley...

​Cuando elegimos envolvernos en un cuerpo terrenal, también aceptamos una responsabilidad, un don para ser compartido. Al optar por un cuerpo femenino, aceptamos la responsabilidad de nutrir y renovar todas las cosas. Nuestra herramienta es la Ley Única del Creador. Estarás en buenas relaciones con todas las cosas y con todos los seres en la Gran Rueda de la vida…

La Ley de las Buenas Relaciones, don del Creador a las mujeres, es un conocimiento innato que abarca todos los aspectos de las relaciones.
Despierta, se desarrolla y profundiza en contacto con quienes, en nuestra sociedad, la modelan. Nuestro deber es compartir las comprensiones profundas con nuestros hermanos y familias, de modo que la armonía y la paz reinen entre nosotros.

 

La Casa de la Abuela


UNA VISION INDIGENA DE LA MENOPAUSIA

Por Brooke Medicine Eagle

Para la Danza de la Luna - Durango 2012

Investigación Xochil Castillo y Meztli Cabrera 

 

 

 Brooke Medicine Eagle

 



Cuando nuestras mayores atraviesan el umbral de la Casa de la Abuela, se convierten en guardianas de la Ley. Su atención ya no se consume en la creación de sus propias familias. En este sentido, no tienen hijos y, según nuestras costumbres, quienes no son padre o madre de ningún hijo en particular, son padre y madre de todo hijo. Su atención se vuelve hacia los hijos de todas nuestras relaciones, sus propias criaturas, las de sus amistades, clan o etnia y las criaturas de todas las ruedas de la vida, bípedas, cuadrúpedas, aladas, con aletas, los que crecen verdes, y además, Nuestra Relación con el Gran Círculo de la Vida recae en sus manos. Ellas deben ejercer su responsabilidad modelando, enseñando y compartiendo la vivencia de dicha Ley en la vida de todos los días, de modo que todos alcancen el equilibrio.

Para las mujeres, esto significa que al llegar a la menopausia se les brinda la oportunidad de que se experimenten a sí mismas de una manera renovada y total. Al dejar atrás el desconcierto y el temor generados por la presión cultural y al abrirse a la verdad que mora en su interior, la mujer enfrenta un reto para el que esta mucho mejor dotada que cualquier otro bípedo.
Le es posible sentarse en consejo y usar el poder de la sangre ahora retenida para crear un mundo armonioso a su alrededor.
El flujo menstrual de la mujer se halla entre las sustancias más nutridas y bioenergizantes de la Tierra. Nuestras costumbres nativas proponen durante nuestras ceremonias de siembras, que las mujeres durante su tiempo lunar se muevan entre las plantas y derramen su sangre. Nuestras mujeres siempre dan su sangre honrosamente. Se sientan sobre la tierra y la donan directamente o la derraman sobre musgos que luego depositan abriendo un surco en la Madre Tierra, para nutrirla y renovarla. 
Se acompañan con esta canción:

 

 

 

"ENTREGO ESTA SANGRE DE VIDA

POR TODAS MIS RELACIONES

Y ABRO MI MATRIZ A LA LUZ

DE LA ABUELA LUNA
ENTREGO ESTA SANGRE DE VIDA

POR TODAS MIS RELACIONES

Y ABRO MI MATRIZ A LA LUZ

DE LA ABUELA LUNA

ENTREGO, ENTREGO,

ENTREGO, ENTREGO,

ABRO MI MATRIZ A LA LUZ

DE LA ABUELA LUNA"

 

Esta es la sangre que retienes en ti cuando ya no sangras en los ciclos lunares, has dejado atrás el tiempo lunar.
Abuelas modernas, quizás no sean conscientes de la profunda responsabilidad que ahora asumen, ahora, al saberlo, tienen la oportunidad consciente de aprender y profundizar en ustedes mismas y en la buena relación durante sus vidas, de modo de salvar a su pueblo, de modo de abrirse bien en estos años. Mujeres jóvenes que ahora leen esto, ustedes pueden ser conscientes y elegir aprender y crecer de este modo, para estar listas cuando les toque entrar la Casa de la Abuela.
Entrar a la energía de la Abuela Luna, es seguir conectada con mayor responsabilidad a esta energía femenina, el poder sagrado de la Abuela Luna desciende sobre la madre tierra con mayor fuerza cada 29 días, se plasma sobre todos los líquidos y fluidos para activar y conservar el orden cósmico de la creación sagrada.
En nuestras tribus y etnias, recordamos la primacía de la Ley de las Buenas Relaciones y en ellas, los Consejos de Abuelas gozan de la más alta autoridad.
Hoy en día, las Mujeres Búfalo nos piden que asumamos ese papel que quedo vacante. Cuando observo el mundo que me rodea, veo que todos y cada uno de los problemas que enfrentamos como bípedos, es porque en las sociedades modernas, cuando ya se olvidaron las sagradas costumbres ancestrales, y han caído en la pérdida de valores y se perdió el respeto hacia las personas, animales, bosques, aguas, montañas, hacia tí mismo, se acaba todo. Todo esto son problemas de relación, es cuando despierta en nosotras el deseo de relacionarnos con nosotras mismas como creadoras que somos de todo lo que existe. Sobre estos temas, se nos pide emplayarnos y encarar acciones espirituales.
En la Energía de la Casa de la Abuela habitan todas las mujeres postmenopáusicas. En ella se forman grupos pequeños en torno a sus funciones específicas.
Algunas se encargan de la custodia de algún cesto sagrado; otras de curar, y otras de cultivar entra la gente el gusto por el arte. Una artesana puede pertenecer a la vez al grupo de cestería y al que guarda objetos sagrados (esto último depende del linaje familiar). Una mujer puede pertenecer tanto a una sociedad de Danza del Sol como a una de herborista.
El primer grupo suele ser heterogéneo, por lo que se hace necesario descubrir intereses comunes, capacidades individuales y plantearse metas. Parte del tiempo, puede emplearse en aprender a comprenderse, lo mismo que en reuniones donde se medite y se escuchen las voces internas que nos indican como caminar sobre la tierra o fortalecer nuestro cuerpo.

 

 

 

 

Acción Terrena, Gran Misterio, que es el ciclo natural de la mujer en sincronía con la Abuela Luna, todavía resuena en las aguas de su cuerpo, aunque no vaya acompañado de sangre externa. Si profundizamos dentro de nosotras, la vivencia de los ciclos lunares, no solo nos transformamos a nosotras mismas, sino también todas y cada una de nuestras relaciones estaremos mas aptas para atravesar el flujo de la sangre, ir hacia el Gran Misterio y transmitir esa visión a todos los pueblos. Por otra parte, muchas de nosotras, sin ser todavía unas ancianas, somos llamadas a la Casa de la Abuela. Urge despertar entre las mujeres el respeto a esta función ya desaparecida en la sociedad moderna.

 

 

 

 

Recuerden:

"LA MADRE TIERRA, LA ABUELA LUNA Y EL PADRE ESPIRITU, VIVEN DENTRO DE CADA UNA DE USTEDES.
SUMERJANSE EN SU VERDADERA NATURALEZA Y EXTRAIGAN DE AHÍ SU SAGRADA BELLEZA".

 

 

 

 

Aquellas que están cerca de una mujer que cruza el umbral, deben honrarla y manifestarle apoyo en ese tiempo en que adquiere tan enorme responsabilidad. Practicar la meditación profunda puede ayudarla a conocerse con su propia fuente de energía y sabiduría. Quienes la conocen, saben que aspectos son su fuerte. También debe recordársele su responsabilidad en la nutrición y renovación de todas sus relaciones fundamentadas en la Ley de las Buenas Relaciones del Creador.

 

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